Toño Lodeiro y la paciencia, los únicos imprescindibles en el Marín Club de Fútbol
Quiero, antes de comenzar este comentario, señalar que Toño Lodeiro no partía con todas mis ‘bendiciones’ en su llegada al Marín Club de Fútbol.
Su historial, su forma de ser bastante tímida, y el escaso, por no decir nulo, contacto directo que habíamos tenido hasta su fichaje por el Marín Club de Fútbol como entrenador del primer equipo, incluso en las temporadas en las que estuvo como jugador, me había hecho hacerme una idea muy equivocada sobre su personalidad e incluso su capacidad.
Eso sí, tenía a su favor su enorme trabajo como entrenador de equipos de base que había realizado en varios clubes desde su retirada como futbolista lo abalaban.
Pero en estos dos años Toño Lodeiro me ha ganado, como seguro que hubiera ganado con cualquiera, como entrenador, pero sobre todo como persona y como hombre de club.
Ahora que a él le surgen las dudas de si es o no el adecuado para sacar esto adelante. Yo le sugiero que no decaiga, que no se rinda, que siga intentándolo, porque en primer lugar, ya lo hizo hace dos temporadas y la pasada y porque si hay alguien capaz de conseguirlo sólo sería alguien que como él lo haga por más amor al club que no por un buen contrato o por su ‘purito’ personal.
Simplemente, un cambio de entrenador sólo valdría para reactivar a la plantilla durante un par o tres jornadas, para después volver a la cruda realidad de que no hay equipo ( si ellos no demuestran lo contrario de aquí a final de liga ) para luchar en la Preferente Autonómica, a este grupo, a la mayoría de sus componentes les falta calidad, experiencia, picardía, maldad y poder concentración para poder hacerlo.
Sólo, traer a entrenadores tipo Miguel Freijeiro o Pereira que traerían con ellos a unos cuantos jugadores de su cuerda podría ser una solución de emergencia. Pero simplemente eso, pan para hoy y hambre para mañana. Porque cuando ellos se fueran, como ya sucedió, esos jugadores se irían con ellos y simplemente, un tiempo después, el que fuera, volveríamos a estar en la situación de hoy.
Además el presidente, Blanco, tiene que ser consecuente con lo que ha afirmado en numerosas ocasiones y mantener en el cargo a Toño Lodeiro cueste lo que cueste al final de esta temporada, y en todo caso como también dijo en varias ocasiones antes de permitir la marcha del técnico irse él delante.
Por qué se ha llegado a esta situación?.
Por tres razones muy sencillas y de las que en ningún caso Toño Lodeiro ha sido el responsable y si el primer perjudicado.
La primera y más importantes ha sido la falta de cumplimiento de sus compromisos de la Junta Directiva con los jugadores. El Marín Club de fútbol habitualmente cumplidor, y hasta en esta temporada lo está siendo, al menos hasta el día de hoy, falló la temporada pasada. Y así un buen bloque de futbolistas que se había logrado ir formado en las últimas temporadas se vio totalmente descompuesto con la marcha de demasiados jugadores.
Lo que obligaba a iniciar un ’proyecto’.
Un ‘proyecto’ que a pesar del enorme trabajo de Miguel Beis en el fichaje de jugadores de contrastada calidad para apuntalar el compromiso de Toño Lodeiro de apostar por la cantera, por las razones de todos conocidas ya que ninguno de esos fichajes a día de hoy están en el club. Y a pesar de improbó y continuo trabajo del Director Deportivo del primer equipo por tapar esos huecos ha sido posible.
Y la tercera porque esa apuesta que el Marín Club de Fútbol ha promulgado por la cantera ha fallado, no por la base, ni por los equipos más jóvenes sino por los pisos más cercanos al primer equipo.
Hoy en día y en el momento económico que estamos atravesando ya casi ningún equipo, a no ser que se arriesgue por encima de lo debido, y el Marín Club de Fútbol ya lo hizo con las consecuencias que ahora está pagando, puede apostar por hacer un plantel a base de fichajes, y sólo con la apuesta verdadera por la cantera, incluso en el fútbol aficionado, que es del que estamos hablando, podrá sobrevivir.
Y el Marín Club de Fútbol en eso se ha equivocado.
La cantera comprende desde el equipo más pequeño, el Prebenjamín, hasta el Filial, incluido.
Y ahí es donde se ha cortado el cordón umbilical.
El filial aunque sí ha cumplido con su labor de facilitar jugadores al primer equipo cuando este lo necesitaba no ha servido en manera alguna para su única razón de ser. El de nexo de unión entre la cantera y el primer equipo.
Tras cuatro años sólo un canterano se ha afianzado en el primer equipo como jugador básico y peso pesado de la plantilla. Se trata de Agus, y curiosamente éste obvió su paso por el filial al ser llevado por Toño Lodeiro del Juvenil a la titularidad de primer equipo directamente.
En el filial a lo largo de sus cuatro años de existencia ha había demasiados jugadores mayores de mayores de 23 años, o sea inservibles para el primer equipo, y se le ha dado la oportunidad de continuar su progresión a muy pocos futbolistas que cumplieron la edad Juvenil tras varios años en el club, para que sus puestos fueran ocupados por jugadores llegados de fuera. Y no todos jóvenes como ha sido el caso de Pablo González o Alfonso, por ejemplo, recién cumplida su edad juvenil en otro club. Sino jugadores en cierta manera ya de vuelta en el fútbol.
Cierto que se ha acertado en algunos de esos fichajes, de gente joven, como Pablo González, Alfonso, Romero y muy poco más, dejando en la estacada a una generación de futbolistas juveniles que durante su trayectoria en esa categoría dieron magníficas tardes de fútbol y lograron sacar al equipo de la última división de la categoría.
Es incompresible que futbolistas que durante tres temporadas han sido titulares indiscutibles en el equipo Juvenil, un equipo Juvenil siempre con buenos resultados, no tengan un puesto en la plantilla de un Filial en Tercera o Segunda Autonómica y se prescinda de ellos para sus puestos sean ocupados por jugadores mayores, de vuelta en el fútbol, y si compromiso con el club como ha quedado demostrado en más de una ocasión, quizás en demasiadas.
Hoy tendrán que ser muchos más que Agus, los jugadores de su ‘quinta’ los que tendrían que estar afianzados en el primer equipo, en el que Toño Lodeiro, le ha ido dado alguna que otra oportunidad, si en el Filial el trabajo hubiera estado más acertado y encaminado a lo que debiera ser. La continuidad y el nexo de unión entre el Juvenil y el primer equipo y no al resultado particular.
Pero gracias a Dios esto aún tiene arreglo, pero todo pasa por tener paciencia, mucha paciencia y no rasgarse las vestiduras ni siquiera por un posible descenso.
Porque ya que perdimos una muy buena ‘camada’ de futbolistas jóvenes la de la ‘Quinta de Agus’ donde casi todos se han perdido en el camino y más por decisiones, bajo mi punto de vista, equivocadas del club que por capacidad de ellos para llegar a ser futbolistas de Preferente Autonómica y aún de divisiones superiores. No perdamos a las que vienen detrás.
En el actual equipo filial, ya la han demostrado sobradamente en algún caso, hay algún jugador que podría perfectamente pasar a ser un jugador básico a no mucho tardar en el primer equipo. Y algún otro que quizás con una temporada más en este equipo podría alcanzar esa condición.
También en el Juvenil los hay y la prueba es que alguno ha sido a lo largo de esta temporada pieza básica en el filial, y otros varios que tras un paso adecuado por el filial, una o dos temporadas, también lo sería.
Pero sobre todo lo que se tiene que cuidar con un mimo exquisito y no cometer el mínimo errores, como los del pasado cercano, es el plantel actual Cadete, la ‘Quinta de Juan Veiga’. Porque éste es un plantel que como en cualquier cantera que se precie está compuesto por un grupo uniforme de futbolistas que han crecido juntos y que lo han hecho siempre con muy buenos resultados. La prueba está en que como equipo Infantil llevaron al Marín Club de Fútbol a jugar una Fase de Ascenso a Liga Gallega en su categoría, algo inédito en el club, y que ya como equipo Cadete, la temporada pasada lograron el título de Campeones y el Ascenso a Primera Autonómica, división en la que en esta temporada marchan líderes y aspiran a conseguir el Ascenso a Liga Gallega, algo que también sería inédito en la historia del club.
Igualmente hay que hacerlo con la ‘camada’ de futbolistas de la actual categoría Infantil. La ‘Quinta de Juanillo’ ya colmó al club de títulos y conquistas hasta su irrupción desconocidos en las categorías Benjamín y Alevín y por lo que se ve en la Infantil siguen con su trayectoria ascendente.
Y hasta más abajo en el Alevín F11 de Toño Lodeiro se percibe que hay futbolistas que con una trayectoria bien custodiada podrían llegar a ser la continuidad adecuada de sus precedentes.
Pero todo esto sólo puede dar sus frutos con paciencia y una convicción inquebrantable de que este es el camino correcto, sin zancadillas en el camino, y teniendo en cuenta que todos esos niños que han nacido y crecen en nuestros equipos de la base son ‘hijos futbolísticos’ del Marín Club de Fútbol y como a cualquier hijo cuando se equivoca o se tuerce en su camino hay que corregirlo e intentar reconducirlo y no repudiarlo para traer a casa ‘a ningún a desconocido, adoptándolo, que tarde o temprano acabará buscando a su padre natural’.
Y pieza clave e imprescindible para que esa labor se pueda llevar a cabo y tenga los resultados adecuados en el final es tener un entrenador en el primer equipo que crea, confía y se atreva a darles oportunidades a la gente de la casa. Y para esa labor no hay persona más adecuada hoy en día al alcance del Marín Club de Fútbol que Toño Lodeiro.
Al que sin duda ninguna no sólo se le debería de dar, además, de la continuidad como entrenador del primer equipo, la Dirección de la Cantera, porque aunque su coordinación ha mejorado en esta temporada con la Fran Blanco y la prueba está en el, ahora, continuo trasvase de jugadores de su equipo al superior para que se vayan adaptado a la categoría en la que han de jugar la próxima temporada. Al Marín Club Fútbol le falta un estilo definido al que jueguen todos sus equipos, ya que hasta ahora lo hacen a lo que buenamente entiende cada uno de sus entrenadores.
Lo dicho para que este Marín Club de Fútbol, pueda persistir en el tiempo como club, dada la situación económica que atraviesa el país, la deuda que arrastra el club, lo único imprescindible son Toño Lodeiro, la cantera y la paciencia.
Ojo, esto no quiere decir que no sea necesaria la continuidad de muchos otros componentes de la entidad que los hay y tan válidos, dentro de su labor. como el propio Toño Lodeiro.