No sólo se escapan jugadores del primer equipo
Me hace gracias que, a través
de la presa, se intente engañar al socio diciendo que las bajas de jugadores se
producen por motivos laborales, lo cual en alguno de los casos no deja de ser
cierto.
Pero es que hay motivos laborales
que lo son y otros que no lo son.
Un jugador de fuera puede que
encuentre trabajo. ¡Además que suerte, últimamente jugar en el Marín Club de
Fútbol, es causa segura de una rápida baja en la lista del paro!. Y dejar de
jugar aquí para jugar en un club más cercano a su vivienda habitual o puesto de
trabajo.
Aunque las distancias en estas
divisiones sean insignificantes.
Ahora que un jugador deje el
Marín Club de Fútbol, y más está temporada en la que no hay disciplina alguna y
las faltas a entrenamientos estaban siendo normal habitual, para irse a jugar a
un club de inferior división y que le queda más lejos de su casa y trabajo que
Marín.
Eso suena a cuerno quemado.
Y más cuando se dan las circunstancias
de bajas como las que ha tenido el Marín C. F. en el último mes.
Angelillo y Castesana, amigos
del alma. Uno primero y otros después. O los dos a la vez, que casualidad que
encontraran ambos trabajo y que a los dos ese detalle les impidiera seguir
jugando en el club.
Otro caso es el de Emilio,
curioso que con Emilio hayan desaparecido del club sus dos hermanos, uno el que
era el ayudante de Dani Domínguez en el banquillo de los juveniles y su otro hermano,
el jugador del Juvenil, Joaquín Dacosta.
Por cierto que de este equipo
ya de por sí escuálido equipo Juvenil no fue este Joaqín Dacosta el único que
se marchó.
Pablo González, el portero
del primer equipo, que es quien tuvo que hacer cargo del equipo Juvenil después
de la marcha de Dani Domínguez sigue contando con sólo 15 futbolistas en su
plantilla y si hay alguna baja, como esta semana tiene que contar con cadetes.
Ayer ante el Salgueiriños C.F., último clasificado de la liga y ante el que
sólo pudo empates, no tenía ni once juveniles para formar el equipo titular.
En el filial no suceden cosas
muy diferentes pues hay jugadores como Ezequiel, del que no se sabe nada desde
la quinta jornada; David Guimerans, desde la sexta, u otros como Bernal, Marko
Hueso o Díaz que jugaron uno o dos partidos y no se les ha vuelvo a ver el
pelo.
Así les va a todos los
equipos de la base del Marín Club de Fútbol, que el que no es colista de la
tabla clasificatoria de su grupo está metido en puestos de descenso.
Porque lo de los entrenadores
de la base que está temporada también ha sido un buen cachondeo del que
hablaremos otro día.