Éste lleva al Marín Club de Fútbol a la
muerte sin remisión
Yo
ya no sé si creerme tanto despropósito, o comenzar a pensar mal, pero que muy
mal.
Ayer
me comentaba una persona muy allegada a club que han vuelto a faltar dinero de
las oficinas de San Pedro.
¿serían
o que faltou fai dos anos entre os equipaxes? - Pregunté.
Non,
non, fai uns días, seica desta vez faltaron 900 euros. – Me contestó
¿estás
de coña? - Insistí
Non,
que é verdade. Non son aqueles, son outros. – Aseveró
No
voy a relatar más detalles de la conversación para no dar pistas de quien era
mi interlocutor.
Pero
si esto llega a ser verdad, aunque ya no creo que el responsable se atreva a
confesarlo, esto es muy grave.
Y ya
pasa de castaño a oscuro.
No
me estaña que los socios se estén negando en redondo a poner un ‘duro’ más en
manos del irresponsable que en estos momentos mal dirige los destinos del Marín
Club de Fútbol.
El
problema es que seguimos sin que ninguno nos atrevamos a plantarle cara de
verdad y ponerlo de patitas en la calle, que ya bastante daño le a hecho a
nuestro Marín Club de Fútbol, nuestro de toda la vida y no de él, un advenedizo
que llegó por desgracia de rebote hace tres años.
Pero
aunque a algunos ganas no nos faltan, siempre acabamos por vernos arrastrados
por la desidia de los demás. Que mucho protestar pero aquí no hay quien ayude a
agarrar el toro por los cuernos.
Yo
en principio no me quiero creer lo de la nueva ‘perdida’ de dinero. Creo que
tiene que haber una confusión.
Pero
lo que es innegable es que este señor aún no nos explicó con pelos y señales
que ocurrió con el otro dinero que se perdió hace dos temporadas.
Pero
con ser muy grave el que en el Marín Club de Fútbol que sufre lo indecible para
cubrir sus gastos cada temporada se pierda parte del dinero que recauda hay
otras cosas que debido a la mala gestión del individuo están llevando al club,
no sólo a la bancarrota, sino a la desaparición.
Del
filial, aquel que tanto esfuerzo se puso la temporada pasada de salvar del
descenso, no por otra cosa, sino porque era su hijo el entrenador, nada se
sabe. Es cierto que en la página web del club apareció designado un cuerpo
técnico, con entrenador y segundo, pero de ello tampoco nos podemos fiar porque
también otros equipos de la base están asignados entrenadores que ya sabemos
que no van a seguir en el club esta temporada, desde hace muchos días, y sin
embargo allí siguen puestos.
El
‘sablazo’ que le quiere pegar a los padres que desean que sus hijos sigan
jugando en los equipos base es de órdago y como las cosas no están para tirar
dinero en las familias, sobre todo en estas fechas de comienzo de colegios y
con la crisis, la fuga de chavales es incontable.
Como
al ‘tipiño’ le salió bien la temporada pasada lo de las rifitas que le encalomó
a los niños, que le dio para pagar el gasto de las bases y hasta gran parte de
los de primer equipo. Pues este año querrá tirar, supuestamente por el mismo
lado, que para eso rebajó los carnés de socios y ni con eso los están retirando
y no creo que haya muchas empresas dispuestas a darle dinero para que se
divierta manejando su juguete y el de su hijo.
Pero
como dije, comentarios atrás, la no renovación de Juan Carballeira para que
pasase del Cadete a Juvenil con todos los chicos que tan eficientemente dirigió
la temporada pasada en la primera categoría de ellas, iba a ser un duro golpe
para la cantera del Marín Club de Fútbol.
Pues
ahí está la confirmación. Y a pesar de que hay que decirlo, y lo vuelvo a
repetir, se contrató un buen entrenador para el equipo de Juveniles, Bujía.
Este
plantel ahora mismo según me cuentan los propios chavales sólo cuenta con seis
efectivos. Con lo cual a estos pocos que le han seguido siendo fieles al Marín
Club de Fútbol. Les entra la duda de que hacer y qué camino tomar.
Porque
como me decían hoy ¡Sena, que no salimos a competir!.
Y
a mí, por desgracia, y conociendo el percal, no me extrañaría.
Pero
no sólo que fuera el equipo de Juveniles que el Marín Club de Fútbol no fuera
capaz de sacar a competir. Si no, por desgracia, alguno más.
Aquí
todo el mundo sale por piernas. Los padres de los niños de la base con sus
hijos hacia otros equipos, los socios que no retiran los carnés y no aparecen
por San Pedro y hasta alguno de los que fueron directivos y colaboradores con él
han puesto tierra de por medio por si acaso.
Y
mientras los que de verdad sentimos el Marín Club de Fútbol seguiremos dándonos
golpes de pecho. Pero puñetazos encima de la mesa, ni uno.